Curioso e inesperado, los dos mas grandes del fútbol argentino están en plena crisis. Atraviesan un momento de zozobras, aunque con matices y características bien diferentes. El punto en común, claro, son los resultados. Y los hinchas enojados. Aunque detrás de eso cada uno padece sus problemas, que no tienen mucho que ver.
Lo de Boca viene de hace rato, con un hincha que está golpeado por los tropiezos y por un 2025 por ahora decepcionante. Y que encima tiene a un entrenador que en realidad es ayudante por la salud de Russo, un caso humanamente complejo. A los adioses de Copa Libertadores (ni a la Sudamericana llegó), del torneo en casa contra Independiente y en Copa Argentina contra Atlético Tucumán, se le suma un equipo que ni con un Paredes que hace la diferencia puede despegar.
Boca viene de perder con Defensa.Foto: Fernando de la Orden
Las tres victorias seguidas fueron un veranito, con una realidad que preocupa porque hoy no se está clasificando a Libertadores 2026. Hay tiempo, sí, pero las actuaciones generan dudas y hasta debates: ¿qué hacer con el arquero que llegó este año, con Brey de suplente y con Chiquito Romero solo habitué de entrenamientos?
En River, que no sumó ningún titulo desde la llegada de Gallardo, la presencia del legendario DT es un gran escudo. Pero los últimos resultados encendieron a la gente: eliminación con derrotas frente a Palmeiras y otra histórica ante Deportivo Riestra, cuatro seguidas luego de 15 años, primera vez que le pasa al Muńeco.
River, tras caer ante Riestra.(Photo by ALEJANDRO PAGNI / AFP)
Sumado a incorporaciones/inversiones que no dieron un plus, a referentes que sienten lógicamente el paso del tiempo y a un entrenador que nunca encontró el equipo y no se cansó de buscar variantes. A favor, en medio de este temporal complejo, aún tiene Copa Argentina por delante (jueves vs. Racing) en busca de la resurrección, está en zona de clasificación a Libertadores (aunque solo dos de ventaja, que es casi nada) y va tercero con gran margen.
En el mano a mano, la gente que votó en la web de Olé ve peor a Boca que a River, que recién en esta semana cayó en una crisis profunda con chiflidos como nunca. Todo está en manos de los gigantes, que tienen altísima presión. Depende de ellos.
